MITTEILUNGEN DER REDAKTION
Ergertshausen, 2.12.2000
Verehrte Leser,
zunächst möchte ich mich bei Ihnen bedanken für Ihre guten Wünsche und
für die anerkennenden Worte, die Sie für unsere Arbeit, aber auch für
den Kalender gefunden haben. Ich bitte Sie um Geduld, wenn ich Ihre
Briefe bisher noch nicht beantworten konnte.
Von Zeit zu Zeit ist es angebracht, sich einmal aus der unmittelbar
gegebenen Situation loszureißen -einer Situation, die wenig Anlaß zur
Hoffnung gibt, eine Zeit voll Ärgernis und Bitterkeit über das
flächendeckende Versagen in den eigenen Reihen -, um wieder einmal über
den Sinn der göttlichen Offenbarung zu meditieren. Denn nur mit einer
festen Grundüberzeugung im Glauben lassen sich die vielen Probleme
lösen und auch die scheinbare Ausweglosigkeit ertragen. Mit dem hl.
Anselm von Canterbury sollten wir fragen: Cur Deus homo? - Warum ist
Gott Mensch geworden?
Er ist gekommen,
- um uns Seinen absolut heiligen Willen, die Liebe, zu eröffnen, damit
wir unser Leben als Antwort auf diese Eröffnung gestalten und mit eben
dieser Liebe die Seinige erwidern und ausfüllen. Wir sollen, wie es der
hl. Johannes sagt, "Kinder Gottes werden", dadurch nämlich, daß wir "an
seinen Namen glauben" (Joh. 1, 12).
- um uns, die wir durch die Erbsünde belastet in diese Welt eingetreten
sind, die wir uns mit Sünden beladen haben, durch sein Sühneopfer,
durch seinen Tod am Kreuze, zu erlösen, wenn wir in De-mut bereit sind,
seine Genugtuung anzunehmen, d.h. wenn wir bereit sind, uns wieder mit
Ihm zu versöhnen. Er, der Sündenlose, nahm unsere Sünden auf sich, um
uns mit seinem Blute reinzuwaschen von unseren Sünden. "Er hat uns der
Gewalt der Finsternis entrissen und ins Reich Seines geliebten Sohnes
hineinversetzt. In Ihm haben wir die Erlösung durch Sein Blut, die
Vergebung der Sünden." (Col. 1, 14) Er hat uns am Kreuz die Möglichkeit
verdient, den Bund mit Ihm neu zu schließen. Er hat die Sakramente
eingesetzt, um uns so die Möglichkeit zu eröffnen, unmittelbar an
Seinem Leben gnadenhaft teilzunehmen.
So hat Christus hier auf Erden Sein Reich aufgebaut, das aber nicht von
dieser Welt ist. Bevor Er wieder in den Himmel auffuhr, hat Er die
Kirche gegründet als Institution zur Bewahrung, zur Vermittlung und
Verbreitung (missio) des von Ihm geschenkten Heilsgutes, deren Leitung
Er dem Petrus übergeben hatte und ihn zu seinem Stellvertreter hier auf
Erden bestimmt. Auf den Felsen Petri hat Christus Seine Kirche, deren
unsichtbares Haupt er allezeit bleibt, gebaut. Die Vollmachten, die
Petrus erhalten hat, gehen auf den jeweiligen Papst über, der so der
"Petrus semper vivens" ist. Vom jeweiligen Papst erhalten so die der
Kirche angehörenden Kleriker (und Laien) ihre jeweilige Beauftragung
zur Ausübung eines Amtes delegiert. Ohne diese Beauftragung, ohne
dieses (ursprüngliche) päpstliche Mandat, ohne Delegation, darf z.B.
kein Priester die Messe lesen, kein Bischof Priester oder Bischöfe
weihen, auch wenn sie durch die Weihen die Vollmacht dazu hätten.
Von seiten der Gläubigen bedeutet dies, daß sie nur Sakramente von
Priestern empfangen dürfen, die sich in diese kirchliche Institution
eingliedern (wollen). Priester, die nicht mit dieser kirchlichen
Institution, dessen Leitung dem jeweiligen Papst übertragen wurde,
verbunden sind oder sein wollen, die sich auf sektiererisches oder
schismatisches Gebiet begeben, handeln eo ipso nicht (mehr) im Auftrag
der Kirche. Obwohl sie durch die Weihe geistliche Vollmachten erhalten
haben, würden sie diese dann ohne Beauftragung, d.h. aus eigenem
Gutdünken, ausüben. Gläubige, die bei solchen Priestern Sakramente
empfangen, wissend um deren Einstellung, handelten dann ebenfalls,
vermeintlich für sich, aber gegen die Kirche, und damit gegen den
Willen Christi. Die empfangenen Sakramente wären unrechtmäßig erworben,
sozusagen 'geklaut', und diejenigen, die sich auf diese Weise das
Heilsgut aneignen, dürfen versichert sein, daß ein solcher
Sakramentenempfang gnadenlos ist, ohne Gnadenwirkung bleibt.
Wo ist aber unter den heutigen Umständen die Kirche? Von woher erhalten
die Priester und Bischöfe die Beauftragung zur Sakramentenspendung,
durch die wir doch unmittelbare Anteil am göttlichen Leben geschenkt
bekommen, und zur Seelsorge in dieser Zeit der anhaltenden Sedisvakanz?
Erlaubterweise dürfen heute Kleriker bzw. Laien Sakramente nur spenden
bzw. empfangen, wenn sie den Wiederaufbau der Kirche, ihre Restitution
als Heilsinstitut antizipieren und energisch in ihre Anstrengungen mit
einbeziehen, um sich dann der zukünftigen Autorität zu unterstellen.
Ich wünsche Ihnen, verehrte Leser, in der kommenden Adventszeit die
nötige Muße, solche Gedanken zu meditieren, damit wir wieder aus dem
selbstverschuldeten, sektiererischen Sumpf herauskommen und demütig zu
Dem hintreten, der uns an Weihnachten geboren wurde, Gottes Sohn!
Ich wünsche Ihnen ein gnadenreiches Weihnachtsfest und Gottes Segen im Neuen Jahr!
Ihr Eberhard Heller
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COMUNICACIONES DE LA REDACCION
Ergertshausen, a 2 de Diciembre del 2000
Queridos lectores:
En primer lugar quiero agradecerles sus buenos deseos y las palabras de
reconocimiento que nos han hecho llegar por nuestro trabajo y también
por el calendario. Debo pedirles paciencia si hasta ahora no he podido
responder sus cartas.
De cuando en cuando conviene distanciarse por un momento de la
situación inmediatamente dada, una situación que da poco motivo de
esperanza, un tiempo lleno de enojo y amargura por el fracaso general
en las propias filas, para volver a reflexionar de nuevo sobre el
sentido de la revelación divina. Pues sólo con un firme convencimiento
fundamental en la fe se pueden resolver los muchos problemas y también
soportar la situación de aparente desesperación. Habríamos de
preguntarnos con San Anselmo de Canterbury: Cur Deus homo?, ¿por qué
Dios se ha hecho hombre?
El ha venido:
- para revelarnos Su voluntad absolutamente Santa, para que de este
modo configuremos nuestra vida como respuesta a esta revelación y
justamente con este amor responder y plenificar el Suyo. Como dice San
Juan, „creyendo en Su nombre“ debemos „hacernos hijos de Dios“ (Juan 1,
12).
- para con su sacrificio expiatorio y su muerte en la cruz redimirnos a
nosotros, que hemos venido al mundo lastrados con el pecado original y
que nos hemos cargado a nosotros mismos de pecado, si es que estamos
humildemente dispuestos a aceptar su desagravio, es decir, si estamos
dispuestos a reconciliarnos de nuevo con El. El, el limpio de pecado,
cargó con nuestros pecados para lavarnos de ellos con su sangre.
„El nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del
Hijo de su amor. En El tenemos la redención por Su sangre, el perdón de
los pecados“ (Col. 1, 14). En la cruz nos ha hecho merecedores de
sellar de nuevo la alianza con El. Ha establecido los sacramentos para
darnos así la posibilidad de participar con la gracia de modo inmediato
en Su vida.
Así erigió Cristo Su reino aquí en la tierra, pero es un reino que no
es de este mundo. Antes de as-cender de nuevo al cielo fundó la Iglesia
como institución para la custodia, la transmisión y la propagación
(missio) del tesoro de salvación que él donó y cuya dirección confirió
a Pedro, a quién nombró su representante aquí en la tierra. Cristo ha
edificado Su Iglesia sobre la roca de Pedro, y El es por siempre su
cabeza invisible. Los plenos poderes que Pedro recibió se transmiten al
Papa co-rrespondiente, que de este modo es el „Petrus semper vivans“.
De este modo, los clérigos (y los laicos) que pertenecen a la Iglesia
reciben delegada del Papa respectivo su correspondiente encomen-dación
para el ejercicio de un ministerio. Sin esta encomendación, sin este
mandato Papal (original), sin delegación, por ejemplo a ningún
sacerdote le es lícito leer la misa, ni a ningún obispo le es lícito
ordenar sacerdotes ni obispos, aun cuando merced a las consagraciones
tuvieran el pleno poder para hacerlo.
Por parte de los creyentes esto significa que sólo les es lícito
recibir los sacramentos de sacerdotes que quieran ingresar en esta
institución eclesiástica. Los sacerdotes que no estén vinculados o que
no quieran estarlo a esta institución eclesiástica, cuya dirección le
fue transmitida al Papa correspondiente, y que se encaminan a un ámbito
sectario o cismático, eo ipso ya no actúan (más) por encomendación de
la Iglesia. En tal caso, aunque merced a la consagración hayan recibido
plenos poderes sacerdotales, ejercerían estos poderes sin
encomendación, es decir, a su propio arbitrio. En tal caso, los
creyentes que reciben los sacramentos de tales sacerdotes y que son
conscientes de su actitud, de igual modo actuarían supuestamente para
sí mismos, pero contra la Iglesia, y por tanto contra la vo-luntad de
Cristo. Los sacramentos recibidos habrían sido adquiridos de modo
ilegítimo, „robados“ por así decirlo, y aquellos que se apropian de
este modo del tesoro de salvación pueden estar bien seguros de que tal
recepción de los sacramentos está privada de gracia, y por tanto queda
sin efecto de gracia.
Pero bajo las circunstancias de hoy, ¿dónde está la Iglesia? ¿De dónde
reciben los sacerdotes y los obispos la encomendación para la
administración sacramental, a través de la cual nos es otorgada una
participación inmediata en la vida divina, y para las tareas pastorales
en este tiempo de permanente sedisvacancia? Hoy, los clérigos y los
laicos sólo pueden administrar y recibir respectivamente los
sacramentos de modo legítimo si anticipan la reconstrucción de la
Iglesia, su restitución como institución sagrada, y si se comprometen
con energía en los esfuerzos de aquélla para luego someterse a la
autoridad futura. Para el tiempo de adviento que se avecina les deseo,
queridos lectores, el reposo necesario para meditar estos pensamientos,
para que podamos salir otra vez del lodazal sectario y culpable de su
propia situación, y para que caminemos humildemente hacia Aquel que
nació para nosotros en Navidad, el Hijo de Dios.
Les deseo unas fiestas navideñas llenas de gracia y la bendición de Dios para el nuevo año.
Eberhard Heller
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BUCHEMPFEHLUNGEN
Gerd-Klaus Kaltenbrunner:
"Dionysius vom Areopag -
Das Unergründliche, die Engel und das Eine"
Dionysius vom Areopag, auch Dionysius Areopagita genannt, ist der
Urheber einiger Schriftwerke, welche die europäische Geistesgeschichte
in höchstem Maße geprägt haben: "Von dem Namen Gottes", "Über die
mystische Theologie" und "Die himmlischen Hierarchien". Gerd-Klaus
Kaltenbrunners opus maximum bringt mehr als zwei Jahrtausende
west-östlichen Geisteslebens zur Sprache. Kaleidoskopisch wechseln
darin ab ideengeschichtlicher Rundblick und abenteuernder Essayismus,
Iyrische Prosa und dialektische Reflexion, Brief und Gebet,
Alleingespräch und Dialog mit dem Leser wie mit der allgegenwärtigen
Hauptgestalt des Buches. Der Autor will weder beweisen noch widerlegen,
sondern bloß Zeugnis ablegen für eine gewaltlos mächtige Geistesgestalt
höchsten Ranges: "Ein Wunder bist Du geworden für viele... "Zug/Schweiz
1996, DIE GRAUE EDITION, 1385 Seiten, Leinen - Format 14,5 x 23,5 cm,
ISBN 3-906336-17-4
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Manfred Jacobs:
"So erobert der Islam Europa"
240 Seiten, Paperback, Verlag Anton A. Schmid (Pro fide catholica), Durach 1996, DM 22,80.
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Magdalena S. Gmehling:
"Die Sünderin. Eine Studie über die Hl. Maria Magdalena."
Theresia- Verlag CH-6424 Lauerz. 11 Abbildungen. 152 Seiten.
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Sonderdrucke der Redaktion EINSICHT
Die modifizierte Neuauflage der DECLARATIO S.E. Erzbischofs
Ngô-dinh-Thuc vom März 1982, in welche wir auch einige neue bzw. später
erschienene Urkunden aufgenommen haben, kann bei der Redaktion zu
Werbe- und Informationszwecken nachbestellt werden.
Der Nachdruck von v. Goechhausens "System der Weltbürger-Republik" (Rom
1786), in dem der Autor - selbst ein Insider - das Programm der
Freimaurerei und des Illuminatismus darstellt, ist noch vorrätig und
kann bei uns bestellt werden. Über führende Illuminaten aus Deutschland
waren die Pariser Logen instruiert worden, ihre Aktivitäten auf jene
politischen Ziele zu richten, die dann in politischer Hinsicht
bestimmend waren für die Französische Revolution, die in ganz Europa zu
großen Erschütterungen und Kriegen mit Millionen von Toten führte. Wir
bitten um eine kostendeckende Spende.
Wir weisen nochmals darauf hin, daß die in EINSICHT XXVI, Nr.5
(Dezember 1996), 92-93 rezensierte Dissertation von Dr. Günther Storck
"Die Gottesidee der Wissenschaftslehre J.G. Fichtes" nach wie vor bei
uns erhältlich ist (DIN A4, 200 Seiten, Selbstkostenpreis incl. Porto
und Verp. DM 30,-). Bitte richten Sie Ihre Bestellung direkt an Herrn
Christian Jerrentrup, Boschetsrieder Str. 93 d, D-81379 München.
Folgende Jahrgänge der EINSICHT können noch komplett abgegeben werden:
Jg.: 27 (April 1997 – Febr. 1998), 28 (April 1998 – Febr. 1999), 29 (April 1999 – Febr. 2000).
Die oben angeführten Hefte können gegen Erstattung der Postgebühren bei
der Redaktion (Eberhard Heller, Riedhofweg4, D - 82544 Egling, Tel.+
Fax: 08171/28816) bestellt werden. Um eine angemessene Spende wird
gebeten.
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Menschen, die helfen - wir helfen mit
Unsere Hilfsaktion unterstützt die Hilfsaktionen der IGFM, die
ihrerseits den Ärmsten in Tschetschenien, Georgien, Rumänien und
Nicaragua, besonders den verwaisten Kinder in diesen Ländern hilft (mit
Lebensmitteln, Medikamenten und Erziehungsprogrammen
Unterstützen Sie diese Aktion bitte großzügig!
IGFM-Konto: Taunus-Sparkasse, Kto-Nr. 23 000 75, BLZ 512 500 00 (mit Angabe des Zwecks) |