REPLICA AL ARTICULO "APOSTASIA Y CONFUSION"
por
Tomás Tello Corraliza
AVE MARIA!
El artículo, objeto de eats réplica, fue publicado en la revlata HOSTERIA VOLANTE, N° 42 Nov. 1994, pp. 5 - 11), recibido tardíamenite, (en Sept. 1995).
En dicho artículo (sin firma), se expone la "doctrina" del Dr. Carlos A. DISANDRO, (q.e.p.d.), adversa a cualquier tentativa de una Elección papal, en las presentes circunstancias. En apoyo de que se trata de su posición explícita al respecto, se añaden, como apéndice dos Documentos del Doctor.
La Verdad debe brillar por encima de todo. Es la única que nos hará libres. (Jo. 8,32). Con ese fin, deseo hacer la crítica de ese escrito, refutando los errores de bulto y hacer ciertas puntualizaciones sobre alguna valoración.
El Dr. C.A. Disandro fue un gran luchador, desde la hora de prima, en pro do la csusa católica; es una gloria que nadie le podra regatear; pero, eso no quita que haya podido resbalar y, de hecho haya resbalado, como en este caso concreto. Nadie está Iibre de ello, y, como dice el refrán "El mejor escriba echa un borrón", y como dijo Horacio: "Quandoque bonus dormitat Homerus"...
Sigamos, por au orden, los Documentos, que se aportan, del Dr. Disandro, donde proclama sus principios y determinan su posición.
DOCUMENTO N° 1.
Es la respuesta al informe enviado por Teresa Benns, una de los organizadores de la farsa de elección, llevada a cabo en Belvue (Kansas), absolutamente irregular y anticanónica.
Ya, en el párrafo primero, empieza el Dr. contradiciéndose: "No rechazo nada-dice-de esos documentos, ni de su propia argumentación sobre el Concilio imperfecto", que, a continuación, rechaza de plano.
Punto segundo.
En cuanto a la confusión de planos, de que habla, en este punto, el Dr. D., se trata de algo abstracto, que no viene al caso. Si se trata de encontrar una solución, de nada vale andar divagando por los espacios de sutiles teorías filosóficas, teológicas o lingüísticas. Lo qua hace falta es descender al terreno de la praxis; pero, no proceder en el mismo, según el capricho o improvisación de los teorizantes, sino pisando el suelo firma da la Ley y dentro de un marco jurídico, quo evita las arbitrariedades. Hacer caso omiso de la Ley, es internarse en el terreno movedizo de la fantasía, en el que las soluciones teóricas tendrían tantas variantes, cuantas fueran los individuos quo las prospusieran.
Apartado A.
"Toda la Argumentación Canonista (...) transcurre en el plano lógico-jurídico, que no es en ninguna forma FUENTE DE LA FE." El C.I.C. no es una Teología." Es lo mismo que se afirma la Redacción en el párrafo 4° del Artículo: "Pero, como afirmara siempre el Dr. Carlos A. Disandro, el Código de Derecho Canónico no es fuente de la Fe.".
Tal aserto, enteramente gratuito, debe ser objeto de un gravísimo reparo. Si bien la Fe dimana de la Divina Revelación, contenida en la Sagrada Escritura y en la TRADICION; sin embargo, esa Tradición corre hasta nosotros por diversos cauces. Nadie, a no ser uno quo se considere Iluminado, puede repetir lo de San Juan: "... lo qua oímos, lo quo vemos con nuestros propios ojos ... os lo anunciamos ..." (I Jo. I, sigs.)
En efecto, el agua de la Tradición, según criterios, unánimente reconocidos, se puede beber, en las Enseñanzas de los Santos PP, en los Concilios, en el Consenso de los Teólogos, y, en genral, en las Enseñanzas de la Iglesia, tanto especulativas, como Prácticas, o sea, en sus santas Leyes, litúrgicas, canónicas, etc.
Las Leyes de la Iglesia botan necesariamente de Principios de Derecho Divino-natural o positivo. Por tanto, el Derecho Canónico es, también, corriente, donde se bebe la Fe, en cuanto expresión de la Divinao Revelación.
Las Layes de la Iglesia pertenecen a las Verdades "Virtualiter revelaetae", o sea, "finaliter connexae" con las reveladas. Por lo que las Leyes dlaciplinares, no pueden ser perjudiciales ni para el Cuerpo social de la Iglesia, ni a la salvación de las almas, firmar lo contrario es herético. (Cf. D.S. 2601 y 2678).
Por eso, no es extraño que, en el Juramento que tenían qeue hacer los Papas, al ser coronados, en el núm. 2) se hable de "guardar los SANTOS CANONES y las Constituciones Apostólicas, como si fueran mandamientos divinos y celestiales."
En el tragado de DERECHO CANONICO, de Antonio SoutoPaz, habla de la Teología del Derecho Canónico. "Se entiende-dice-como el modo jurídico de la teología. Según esta concepción, el D.C. es un hecho teológico en sí mismo y como tal debe ser tratado, según las conceptualizaciones y elaboraciones de la Teología."
Y continúa: "El Derecho C., como un aspecto de la realidad mistérica de la Iglesia, debe estudiarse a la luz de la Fe, más que a la luz de la razón." Más: El D.C., según esta posición doctrinal, NO ES UN SISTEMA JURIDICO HUMANO, que recibe su fundamentos metajurídicos de la Teología; al contrario, es, simplemente, la CONCRECION DEL DERECHO DIVINQ= "
Luego el D.C. - el plano lógico-jurídico, de que habla el Dr. - es manantial, que deriva de la FUENTE DE LA FE, que fue accesible sólo para los Apóstoles, e inaccesible para todos los demás, en el correr de la historia. Nos es suficiente-y como si bebieramos de la misma fuente-beber del agua incontaminada, par la garantía de la Infalibilidad de la Iglesia, que brota del grifo del agua transmitida de la FUENTE.
El C.I.C. es, asimismo, una TEOLOGIA, en contra de la afirmación gratuita del Dr. D. Basta ya; pues, se ha gastado demasiado tiempo en rebatir uns afirmación gratuita, que sólo merece ser gratuitamente rechazada. Parece mentira que hombres supersabios den esos resbalones mortales.
Así, pues, como todo el mal nos havenido par el quebrantamiento reiterado de los Mandatos divinos y Leyes de la Iglesia, (Cf. Is. 24,5), llegando primero a la crisis de la caridad: "y por la inundación de los vicios, se resfriará la caridad de muchos (ton pollôn, en griego), mejor dicho de la muchedumbre, de la inmensa mayoría, que es su valor en griego, (Cf. Mat. 24,12) y, a continuación, a la espantosa y terrible crlsis de Fe, como la que vivimos; del mismo modo, el resurgimiento debe comenzar por el cumplimiento exacto de la Ley.
Ya saben los que mantienen la Fe íntegra, el residuo, cuál es la vía, la única vía para enderezar la situación: el cumplimiento de la Ley. Por eso, me quedo estupefacto ante el error gravísimo de grupos y personalidades sedevacantistas, por su resistencia a ultranza, a veces, agrasiva, en contra de toda tentativa de una elección papal, en contra de la Fe, de la Ley, y de una lógica elemental, que así lo exige.
Si un puesto queda vacante, en cualquier sociedad, se procura cubrirlo cuanto antes, de acuerdo con las normas establecidas, en sus reglas, estatutos o leyes, sobre todo, si se trata del Cabeza de la Sociedad; pues, la falta diuturna de la misma, sólo puede acarrear desorden y confusión y la disolución da la misma sociedad.
En cambio, la táctica propuesta por el Dr. Disandro y la Redación, de la. simple a ininterrumpida lucha dialéctica con los partidarios del Dragón, de sus Bestias y partidarios fieles o engañados, par muy reforzada qua vaya de ciencia teológica y filológica, no es otra cosa cue arrojar balas de algodón, de las que se ríen, a mandíbula batiente, como lo estamos contemplando a lo largo de los años.
Pero, si el resto fiel, se decide a obrar, con todo empeño, según es su obligación, en llevar a cabo la Norma legal sobre una elección papal, que diera un verdero Vicario de Cristo a su Iglesia, esto sería mucho más terrible para el enemigo y más tomado en consideración que todos los dardos dialécticos, que se dlaparan contra ese enemigo infiltrado y enqulatado en las estructuras eclesiales.
Es extraña la alergia que le produce al Dr. D. la Restauración de la Jerarquía en su cima, coincidiendo en esto con la Britons y con el abate Zins, sólo parcialmente, por serlo éstos de toda Restauración, incluso la episcopal, de la que no se muestra enemigo el Dr. D.
Sin embargo, crear obispos y más obispos, sin que tengan-o les importe un bledo-el punto de mira común de la elección de un Papa, sería llegar llegar acumular las divisiones y subdivisiones entre las Sedevacantistas, pues, los obispos, o el Orden de los mismos-según nos dice León XIII, en su Enc. SATIS COGNITUM, - sin esa referencia a Pedro, se diluye necesariamente en una muchedumbre confusa y amorfa."
Alguien ha dicho que, sin la Cabeza, la columna vertebral de los Obipos, caería en contradicción tanto en la praxis-sobre todo-como en lo especulativo, a pesar de toda su buena voluntad."
Ello daría lugar a uns secta episcopaliana, semejante a la de los Protestantes.
Veamos las objetciones que, a continuación, pone el Dr.
I.a
Que la Lógica del Anticristo acontece, precisamerte, porque la Iglesia Romana se ha restringido y restringe a la Ley ...
Perdone cl Dr. Pero lo que ha sucedido y sucede, es todo lo contranio. O sea, se dio lugar al Anticristo, por no guardar la Ley en su integridad. Lo que pasa es que ante la APARIENCIA DE SER EL CRISTO (Anti-vale también por "en lugar de") es muy celoso de que se observan aquellas leyes-esto es lo que tiene enervado y paralizado al mundo tradicionalista-concretas que le favorecen, par aquello de la obediencia a la Autoridad. "Quien a vosotros oye ...
Pero, si la Ley se hubiera cumplido exactamente, empezando por el Canon 188, 4, tan pronto corno el papa RONCALLI, comenzó a desvariar respecto de la Fe, (como exige la B, "CUM EX APOSTOLATUS OFFICIO") no se hubiera llegado a los extremos de la crisis que vivimes. Por eso, la Iglesia Conciliar ha elaborado su propio Código con exclusión de aquellas leyes, que podrían hacerla vulnerable.
2.a Obj.
Un Concilio imperfecto ... es EMPIRICAMENTE irrealibele, no por defecto de la ley canónica, sino por defecto de la FE, por la oscuridad semántica que lo tornaría impreciso, azaroso, confuso y probablemente IRRITO .... Me temo entonces que el "papa" elegido se inclinara finalmente por el campo del ANTIKHRISTOS."
Supone dos cosas, que implican gravísimos errores. Supone, en primer lugar, que es imposible llevar a cabo la gravísima prescripción de una elección papal, como si fuera un mandato imposibie de guardar, lo que está anatematizado por el Concilio de Trento.
En segundo lugar, supone un desfallecimiento absoluto de Fe en la Iglesia. Esto va también contra la Fe. Siempre habrá un resto fiel; si no, las puerta del infierno habrían prevalecido. Por eso, tres teólogos, citados por G. Alastruey, ("TRATADO DE LA SSma. VIRGEN", B A C, 4a ed. M. 1956, Part. II, c. V, pÁr. 2, q. 4a), rechazan, como opuesta a la Fe, la opinión de aquellosq que sotenían que la Fe, durante el triduo de la Pasión y muerte de Cristo, persistió sólo en la Ssma. VIRGEN. Esos teólogos son ME CHOR CANO, BELARMINO, y BAÑEZ. Rechazan enérgicamente dicha opinión, como error, ya que un sólo fiel, no es sociedad y, al no serlo, no haría Iglesia; por lo que habría que decir que las paertas del infierno.
A veces, puede venirnos la tentación de creernos solos. Así lo creyó Elías; pero Dios siempre se reserva un resto, mucho mayor que el que pensamos. (Cf. Rom. 11,1-6).
En tercer lugar, aun admitiendo, una elegción canónica, teme que el "papa" electo, se inclinaría por el campo del Anticristo. Esto es suponer una oscunidad total, ex porte rei, en la Iglesia; tesis condenada (Cf. D. S.2601). En la Iglesia existen criterios (CRITERIOLOGIA DE LA FE), al ser una Sociedad visible, que permite detectar al fiel del no fiel, y no dejarse engañar, como supone el Dr.
No niego que no pueda existir el angaño. A León XIII y A San Pío X, los engañaron Rampolla y Gasporni; a Pío XI, Liénart, y a Pío XII, Roncalli, Montini, y '"tutti quanti" ... Concedo que, hoy dadas las circunstancias, las ardides y astucias de Satanás, pueden hacer fácil, sin una ayuda especial de lo alto, que, tal vez desmerezcamos, tales infintraciones; pero, no por eso, estaremos excusados de intentarlo, y procurar merecerlos, por medio de la oración y de la penitencia.
De la dificultad que entraña la empresa, no debemos disuadirla, ni muchos mecnos, como hacen algunos declararla ilícita. Sería hacer el juego al Dragón, al que le conviene que las circunstancias no varíen.
Precisamente, según varios autores, a los que me sumo, el OBSTACULO, qui tado de enmedio, de que se nos habla en la II de los Tes. c. 2, cuya eliminación facilitaría la manifestación plena del INICUO, es la falta de AUTORIDAD SUPREMA VISIBLE DE LA IGLESIA.
El crimen, por tanto, está en oponerse a tal empresa, desobedeciendo a la Ley divina de la elección papal. Como is tal la consideran los dos Papas-Pío X. y Pío XII - en sus respectivas Constituciones: VACANTE SEDE APOSTOLICA y VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS.
Obj. 3a.
"Era una disputa-dice, refiriéndose al Concilio de Constanza - del poder en el marco de is FE". Como si hoy día hubiera desaparcido íntegramente la Fe. Lo cual está ya refutado más arriba.
Estoy de acuerdo-repito-de que es correr un riego; pero, es un riego necesario. Pocas obras grandes se podrían llevar a cabo, si el riesgo de fracaso retrajera a los hombres.
No caigamos en el Iluminismo. De ahí, nos vienentodos los males, en el campo Sedevacantista. La Ley de la Iglesia jamás puede ir contra la KHARIS, como dice el Dr. (D.S. 2678)
Es terrible lo que dice el Dr. "La claridad canónica se puede perfilar y restablecer, perosa claridad y ejecución no puede restablecer la FE, que es obra del Paráclito, etc.
Esa es la teoría del Quietismo, que combato en mis publicaciones en MYSTERIUM FIDEl (Cf. M.F. 94-95-96-97-98-99). Ya sabemos que todo depende de Dios, pero, eso no quita que tengamos la obligación de obrar, en la medida de nuestras fuerzas, confiando en El, y dejando el èxito en sus manos.
El Dr. vuelve a proponer su táctica, ya combatida. No quiero decir, con eso, que se debe despreciar la ciencia y la Dialéctica, pero, "haec oportet facere et illa non omittere.." Del abandono de la Ley, nos viene todo el mal y la virulencia increíble de la crisis, virulencia metastásica, cual la de cáncer terminal ...
En cuanto a su última objeción, estamos de acuerdo que la Iglesia es la única que salva. Nadie puede decir lo contrario; pero, debemos oir y obedecer su voz, expresada en sus santas leyes, si quefemos la salvación de las almas, cuya pérdida en la crisis es al por mayor. Si queremos que sean rescatadas y salvadas, por la acción bienhechora de la Iglesia, debemos trabajar por el restablecimiento de la Jerarquia, que es la que tiene las llaves del cielo.
Vuelvo a repetir que el combate que propone el Dr. Disandro, es un combate inane, al carecer la tropa de su General. Los combates emprendidos por personas aisladas o grupos, no dejan de ser escaramuzas, sin el menor resultado práctico. A la experiencia de 30 años me remito.
Sólo, en contra de la afirmación tajante del Dr., la solución canónica, sería ha idónea, ha única fórmula, por ser divina, de aglutinar en perfecta unidad a los fieles de la Diáspora. Seguir en esta situación es lo que favorece las dispersión y atomización de los fieles, según se ha comprobado a lo largo de los años.
DOCUMENTO Num. 2.
En cuanto a los consejos que ofreció a Mons. CARMONA (R.I.P.), referentes a los dos pasos que le propone:
A) Proclamación solemne de la Vacancia de la Santa Sede,
B) Un segundo SINODO, al años siguiente, para informar a los fieles del mundo sobre ha necesidad de estrechar filas en contra de la Apostasia; los apruebo y me parecen bien; pero, si no se pasa de ahí, no se haría gran cosa, en orden a unificar perfectamente a la grey dispersa, con el fin de rearmarse y sobreponerse al Vicario del Gran Dragón, bajo la dirección de un auténtico Vicario de Cristo.
Estancándose en el segundo paso, los Obispos estarían faltando a un gravísimo deber, al no orientar su acción a la Elección de un Papa canónicamente hecha, según he dicho antes.
Por último, una puntualización. Por el hecho de que haya desaparecido si Colegio y representación cardenalicia, con la muerte del Cardenal Siri, no quiere decir que no exista una Norma para una elección Papal. Esa NORMA se puede deducir, partiendo de la Ley (C. 20) según los criterios que marca la misma Ley, en caso de laguna.
Parece ser que el Dr. desconoce la literatura respecto de una elección papal. ¿Conoce los trabajos publicados por ElNSICHT la serie "DER WIEDERAUFBAU DER KIRCHLICHEN HIERARCHIE", a partir de 1986; los del abate ZINS: en SUB TUUM PRAESIDIUM, núms. 4, pp. 21-39; Los del Dr. Homero Johas, publicados en ROMA, en especial, el de LA MEREJIA DE LA ACEFALIA PERENNE, núm. 125; así como los míos, publicados en MYSTERIUM FIDEl, por no citar sino los más destacados?
Si no los conoce, es imperdonable, en un informador, que debe estar informado, para, a su vez, poder informar. Un Dr. sabe perfectamente que para poder hablar, con la debida solvencia y exactitud sobre un tema, es elemental la base de una amplia Bibliografía y si es exhaustiva, mejor. ¿Cómo descuidó esa base fundamental el Dr. Disandro?
Pero, es pero hipótesis contraria; o sea, que los conozca y los subestime o menosprecie, sin pararse siquiera a hacer la crítica. El dr. se limita a exponer doctrinas, sacadas de su propio magín, sin la menor referencia a autoridades. Con afirmaciones gratuitas-que, por supuesto, gratuitamente, se pueden negar, - no vamos a ninguna parte. No le hubiera venido mal un baño de ciencia jurídica, que tanto aparenta desdeñar.
En cuanto al cuerpo del artículo APOSTASIA Y CONFUSION, deseo hacer algunas puntualizaciones.
1) Parece ser que la Redacción admite, sin más, el blasfemo sintagma montiniano de la AUTODEMOLIZIONE de la Iglesia. Se dice: "Demolidat desde dentro..." o sea como si la Iglesia, la fiel esposa de Cristo, santa, sin mancha, ni arruga, fuera portadora de un germen de corrupción, como una manzana cualquiera, a cuya incubación le hubiera llegado la hora de su manifestación.
Pero, esto, evidentamente, no es así. Los movimientos factores de erosión, puramente externa, superficial, no son endógenos, sino exógenos; y afectan únicamente a las estructuras externas de la Iglesia - una inmensa desgracia, desde luego, por la pérdida incontable de almas, que arrastran consigo dichas conmociones y tempestades - al revés, de lo que puede suceder en una manzana, de aspecto hermoso y carcomida y podrida por dentro.
Perdonen, pero no fue el P. Joaquín Sáenz Arriaga el primero en plantearla cuestión de la Vacancia del Pontificado. Sáenz de Arriaga admite la posibilidad de la Vacancia en su obra "LA NUEVA IGLESIA MONTINIANA. Sólo lo afirma en 1973 (la obra anterior es de 1971), en su nueva obra SEDE VACANTE.
Pues bien; ya en 1965, existía, en Alemania, un grupo capitaneado por el prf. LAUTH, que admitía la Vacancia a paritir de la muerte de Pío XII.
George de NANTES reconocía y hablaba de la existencia de personas que ponían en tela de juicio la legitimidad de Moirtini. (Cf. CONTRE REFORME CATHOLIQUE, N° 3, Dic. 1967).
En 1969, un grupo de sacerdotes rechazaban a Pablo VI, reputándole falso papa, eon motivo de la Promulgación del N.0.M. (Cf. C. REFORME CATHOLIQUE, N° 28, Enero de 1970).
En 1969, había círculos de estudios, en Francia, que estudiaban ya la dootrina de los mejores teólogos al respecto, de la posible caída en herejía de un Papa como persona privada y la pérdida consiguiente IPSO FACTO del cargo. (Cf. ¿QUE PASA?, N° 322 (28-2-70). No me gusta ese enjuiciamento sobre otros Sedevacantistas, que llegaron al Sedevacantismo a la hora SEXTA O NONA, por tratarse de un proceso de intención temerario. Se dice: "Se operó repentina y también SOSPECHOSA CONVERSION al Sedevacantismo de figuras, grupos y revistas, en general provenientes de la Fraternidad Lefebvrista ... detractores de la tesis de Sede Vacante (al menos en sus etapas iniciales). "Y cita el caso de la Dra. E. GERSTNER (revista KYRIE ELEISON) y al Dr. GOROSTIAGA (revista ROMA)."
Es un juicio de valor reprensible, al menos, si no se demuestra fehacientemente lo contrario. La Conversión, en sí, es un hecho santo y agradable a Dios. Y el mérito del converso puede llevar a valer tanto, como el de que estuvo trabajando desde la hora Prima, o más, incluso, según se demuestra por la parábola de los trabajadores contratados para la viña, o como el ejemplo práctico de San Pablo.
Por eso, por basarse en un juicio temerario, pasa censurar en ellos, lo que es una necesdad lógica, en perfecta coherencia con los hechos. Si la Santa Sede está vacante-Sede que debe estar ocupada hasta el fin del mundo, - entonces la obligación es, como lo exige la Ley, la de elegir, cuanto antes un Papa.
Por otra parte, el hecho de que existan falsos papas, al margen de los conciliares-autoproclamados o elegidos fraudulentamente, de espaldas a la Ley, - no debe ser excusa para cejar en el empeño; sino, al contrario, razón de más para ello. El hecho de que la Ciencia lleve a muchos a la incredulidad e impiedad, no debe ser motivo, en absoluto, para retraerse los creyente de la Ciencia.
Si no se llevara a cabo, puede ser porque ese fallo se inscriba en la MAXIMA TRIBULACION, cual no ha habido, ni la habrá (Mat. 24,21), pero, no porque dicha falta no suponga culpables. Culpables de que no se remediara la situación a su debido tiempo, ni se remedie, los ha habido, los hay y los habrá; entre los actuales, todos aquellos que, consciente o insconcientemente, se oponen a tal empresa de la elección de un Papa.
Respecto de la última elección, llevada a cabo, en Asís, se limita a estampar la noticia de ElNSICHT, en la que existen muchas falsedades. (Comentario EINSICHT: no falsedades) Le escribí al Sr. HELLER al respecto, pero no me ha contestado.
El que haya resultado im FIASCO, fue culpa, en primer lugar, de obispos Sedevacantistas?, que despreciaron, o fueron negligentes en prestarse, cual era su deber, a tal elección. En segundo lugar, el mismo elegido ha malogrado la ocasión.
Por tanto, el que la Santa Sede siga Vacante, no es "por imperio de la Bula de Paulo IV. Todo lo contrario (vide núm. y 7 de dicha Bula). Por imperio de la Bula se inició la Vacancia; pero, no sigue vacante por imperio de la misma, sino por la negligencia criminal de los que estuvieron y están obligados a extinguirla, de acuerdo con lo que prescribe la misma Bula. |
