CURRICULUM VITAE DEL R.P. JOSE DE JESUS ROBERTO MARTINEZ Y GUTIERREZ
NACIMIETO. En Santiago Tangamandapio, Michoacán, del Obispado de Zamora, el 7 de junio de 1917. Fue bautizado en la iglesia parroquial el día 9 de junio del mismo año por el señor cura Epifanio Padilla, siendo sus padrinos José de Jesús Cuevas y Elvira Navarro, casados, Fue confirmado par el Ilmo. Sr. Manuel Fulcheri y Pietrasanta el 27 de junio de 1924, siendo su padrino Maximino Gutiérrez.
SEMINARIO La niñez y parte de su juventud la pasó José de Jesús Roberto en su pueblo natal donde estudió la primaria en la escuela oficial. Fue entonces cuando sintió deseos de entrar al Seminario, ya que en la familia había un sacerdote hermano de su papá que se llamaba Ignacio Martínez. Por otra parte, el segundo Obispo de Zamora de feliz memoria Mons. Gázarez y Martínez había pertenecido a la familia. En enero de 1935 ingresó al Seminario de Zamora. En aquel entonces el programa de estudios eran once años: cuatro de latin, tres de filosofía y cuatro de Teología como materias principales.
SACERDOCIO Fue así como él 26 de Mayo de 1946 recibió él Presbiterado de manos del Excmo Sr. Salvador Martínez Silva, Obispo Auxiliar de Zamora, habiendo recibido antes del Excmo. y Revmo. Sr. Manuel Fulcheri y Pietrasanta, dignísimo Obispo de Zamora el Ostiariado, Electorado, Exorcistado, el Acolitado, el Subdiaconado y él Diaconado.
TRYECTORIA SACERDOTAL Durante veinticinco años el P. Martínez desempeñó varios oficios: Vicario Cooperador en Purépero, en Vista Hermosa de Negrete, en Cojumatlán y en Chilchota Mich. Vicario Fijo en el Valle de Guadalupe y en San Antonio Guaracha, Mich. Capellán de Coro y Sacristán Mayor en la Catedral de Zamora, Mich. Fue a substituir por algún tiempo a varios párrocos: al de Briseñas y al de Tlazazalca, Mich. En todos estos oficios sólo sé decir que superiores y fieles estuvieron contentos con la actuación del P. Martínez. Cuando celebró sus Bodas de Plata Sacerdotales que se cumplieron el 26 de Mayo de 1971 el P. Martínez recibió de Roma un telegrama de dice así: "Al Rvdo. Roberto Martínez Gutiérrez que con ánimo grato al Señor celebra sus Badas Plata Sacerdotales su Santidad otórgale en prenda divinos dones que le ayuden a continual su labor pastoral. La implorada Bendición Apostólica extensiva familiares y participantes ceremonia religiosa jubilar." Cardenal Villot.
SE APAPTA DE LA IGLESIA POSTCONCILIAR En enero de 1972 se convenció completamente el P. Martínez de que la Iglesia Postconciliar había caído en la herejía y quedaba fuera de la Iglesia Católica. Por ese motivo dejó la postonciliar y siguió en la verdadera Iglesia Católica.
Desde entonces ernpezó a celebrar la Misa Tridentina en casas particulares a personas y grupos convencidos del problema, administrando también los verdaderos Sacramentos sin cambio alguno.
En los primeros días de mayo de 1980, el P. Martínez fue invitado por el párroco de la Divina Providencia de Acapulco, Gro. el P. Moisé Carmona - que era y sigue siendo Presidente de la Unión Católica Trento, y ahora felizmente Obispo Católico y que Dios lo conserve muchos años - a hacerse cargo de la parroquia y Santuario del Señor del Perdón de Igualapa, Gro. lo que aceptado por el P. Martínez, y después de hacer el Juramento del la Unión Católica Trento, tomó posesión de dicha parroquia el día 16 del mismo mes.
A los cinco días de ocupar la parroquia - 20 de mayo de 1980 - llegó al curato el obispo postconciliar Rafael Bello Ruiz de Acapulco acompañado de tres sacerdotes de su mismo tipo. Uno para dejarlo de párroco en Igualapa Tomás Vargas, y dos que iban como familiares, Felix Bello y el P. Rogelio. El P. Martínez los recibió con cortesía, sentándolos al Obispo a su derecha y a los acompañantes al frente. Una vez sentados, el obispo pregunta al P. Martínez:
- Y usted, ¿Qué está haciendo aquí? Esta es mi diócesis y yo no le he dado austed ninguna autorización. - Un sacerdote católico no necesita ningunaautorización de un obispo protestante y sin fe, para ejercer su ministerio, - ¿Cómo dice que soy protestante y sin fe, si usted ni meconoce? - Físicamente no lo conocía, pero sí a través de sus obras. - Usted se me va, porque aquí es un intruso y yo me voy a quedar aquí. - Intruso es aquel que se presenta sin ser llamado. Yo hesido llamado por el pueblo y mientras el pueblo no me diga nada, aquí me voy a quedar. El pueblo dice al obispo: - Siete veces fuimos a pedirle sacerdote y usted nos lo negó. Más aún hasta se reía de nosotros. Y ahora que lo tenemos ¿nos lo quiere quitar? El que se va es usted. - Lo que hacen mis sacerdotes es con un celo netamente apostólico. P. Martínez al Obispo: ¡Si cómo no! El cristiano que mataron aquí sus sacerdotes también lo hicieron con un celo netamente apostólico! - Usted cállese. Ni sabe las cosas como son. - Por quo las sé, por eso las estoy diciendo. El Obispo al pueblo: Ustedes se han de acordar cómo él pueblo mexicano recibió a Juan Pablo II. El P. Martínez al Obispo: El pueblo mexicano recibió a ese hombre por que no sabia a lo que venía. Porque ustedes tiene al pueblo ignorante de todo. Más aún engañado; si ha sabido a qué viene, no lo hubierarecibido. Obispo al pueblo: ya von, este sacerdote no admite autoridad ni de obispo ni de Papa. - Yo soy el primero en acatar una autoridad verdadera, pero a autoridades falsas como la de ustedy la de Juan Pablo II, esas no las tengo en cuenta. Obiso al pueblo: Les voy a decir una Misa y les voy a hablar en el templo. Llamen. - No podemos llamar. La Misa ya pasó. - Vayan a llamar, les dijo a sus sacerdotes; fueron dos sacerdotes a querer llamar, pero no pudieron porque el sacristán les cerró la puerta de la porte. - Vámos todos al templo, dijo el Obispo, pues el pueblo está a quí. Y se entraron en Obispo y sus sacerdotes.
El padre Martínez ordenó que nadie entrara al templo porque la misa quo se iba a celebrar era un culto protestante.
Es de notar que la sacristía estaba también cerrada, y sin ponerse ningún ornamento sagrado se rodearon de la mesa y reverenciaron a Satanás.
Efectivamente el pueblo obedeció al P. Martínez y nadie entró al templo; pero desde afuera vieron la celebración. El mismo les hizo notar lo que estaban haciendo sin ornamentos, la mesa sin ara, sin manteles y les dijo ¿Será eso Misa? (Después se le quitó otra vez lo violado al templo por esa profanación) Estando tadavía los celebrantes en el templo, llegaron las Autoridades Municipales para dialogar con el obispo; pero éste ya no quiso hablar con nadie. Se subieron al coche y se fueron.
El seis de junio de 1980 se presentaron al curato seis guerrilleros armados de pistolas y metralletas, mandados por el Obispo Rafael Bello Ruiz, según fue formulado por todos los periódicos. Precisamente llegaron a las tres de la tarde hora en que no había gente en el curato. Agarraron al P. Martínez y a golpes lo llevaron a un coche tipo safari color blanco, a donde lo subieron y se lo llevaron hasta un barranco. Allí le quitaron todo lo qua traía, lo golpearon con armas, con palos a puntapiés y con todo lo que pudieron diciéndole que si volvía a Igualapa, lo acabarían de matar. Cuando se fueron los guerrilleros el P Martínez como pudo salió a la carretera Acapulco - Pinotepa - Nacional. Duró casi una hora haciendo la parada a todos los carros que pasaban sin que quisieran pararse. Por fin se paró una camioneta y lo llevó a un pueblo en donde pudo tomar el ómnibus hasta Acapulco. En Acapulco fue atendido el P. Martínez por el P. Carmona, ahora Obispo Católico - a quien Dios conserve muchos años - y por la Unión Católica Trento: Lo llevaron a México, lo examinaron los médicos, lo atendieron, etc. Una vez repuesto de la golpiza, el p. Martínez volvió a Igualapa el veintidos de junio del mismo año a ocupar nuevamente la parroquia y tuvo un recibimiento del pueblo verdaderamente apoteósico. Después que se reinstaló el P. Martínez todavía duró en Igualapa cerca de medio año, pero después se retiró de la parroquia por motivos de salud.
Ahora atiende a varios grupos de católicos de Jacona, Zamora, Guadalajara y Zacatecas. Los católicos de Igualapa estuvieron contentos con la atención del P. Martínez. Todavía lo recuerdan. Los grupos que ahora atiende están creciendo, sobre todo los de Guadalajara: los jóvenes llevan a sus papás, a sus amigos, a la verdadera fe, a la Santa Iglesia Católica.
SEA PARA MAYOR GLORIA DE DIOS. |